Una de las causas que podrían influir en esta problemática es el costo elevado de los libros o revistas (en algunos casos), esto implica que la población con posibilidad de adquirirlos sea reducida. Sin embargo, hoy día existen múltiples maneras de obtener libros o espacios de lectura mediante la web o visitando las bibliotecas, las cuales están siendo olvidadas por que los lectores son pocos. También, el gusto por otras actividades como los videojuegos, la televisión, o simplemente porque no les gusta, han provocado que el desinterés por la lectura aumente y no sea parte de la rutina de los jóvenes.
La mayor parte del tiempo en que aseguran leer los jóvenes, es durante el período educativo, esto se refleja con el artículo publicado por Celina Peña de la Comunidad y Cultura Local de México en el que se estableció un estudio sobre el poco consumo de los libros o el hábito de leer, donde menciona lo siguiente: “Los jóvenes de 18 a 22 años son los que reportaron mayor actividad lectora con el 69.7 por ciento. Mientras que si ya se han insertado en el ámbito laboral modifican sus hábitos de lectura, disminuyendo el número de lectores considerablemente. Los que menos leen son los jóvenes de 22 a 30 años. La conclusión de dicha encuesta determinó que la universidad es el nivel educativo donde se tiene mayor acceso a la lectura”. Estos análisis hacen notar que los jóvenes leen por “el deber y no el querer”, siendo una situación preocupante que se da en muchos países, y mientras la tecnología siga aumentando y ofreciendo nuevos atractivos, el hábito de la lectura disminuirá continuamente y la pobreza cultural de la juventud crecerá.
Bibliografía:
Bibliografía consultada: Peña, C. (2009). "Desinterés de jóvenes por la lectura", Extraído de: http://www.oem.com.mx/esto/notas/n1281486.htm.